Cómo hacer sopa de pan y ajo extremeña

hacer sopa de pan y ajo extremeña

Elaborar la receta de la exquisita sopa de pan y ajo extremeña es muy fácil siguiendo los pasos de nuestra receta.

Aprende a hacer sopa de pan y ajo extremeña

¿Te gustaría aprender a hacer sopa de pan y ajo extremeña? ¿Quieres conocer la auténtica receta de este tradicional plato? Pues toma nota, porque hoy desde el Blog de Aceitel queremos compartir contigo una receta muy especial; una de esas recetas típicas que en otro tiempo constituían una solución perfecta en época de necesidad. Cocina de aprovechamiento en la que por muy poco dinero y utilizando ingredientes muy básicos, podemos hacer platos deliciosos que gustan a todo el mundo. Uno de los más claros ejemplos de esto es la receta que te traemos hoy. Te vamos a enseñar a hacer sopa de pan y ajo extremeña. ¡Comencemos!

Los ingredientes que vas a necesitar para hacer sopa de pan y ajo extremeña para cuatro personas no podrían ser más básicos:

  • 12 dientes de ajo.
  • 1/4 kg. de pan duro.
  • 4 lonchas de jamón serrano (o lo que es lo mismo, aproximadamente 75 gr.).
  • 4 huevos.
  • 8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra Aceitel.
  • 1 litro y medio de caldo de pollo o agua.
  • 1 cucharadita de pimentón dulce.
  • Pimienta.
  • Una pizca de sal.

Pasos para elaborar  la receta de sopa de pan y ajo extremeña

El proceso de elaboración es muy sencillo, así que no tienes excusas para ponerte manos a la obra con este plato. Los pasos a seguir para hacer sopa de pan y ajo extremeña son:

  1. Aprovecha los primeros instantes para preparar todos y cada uno de los ingredientes. Pela los dientes de ajo y córtalos en finas rodajas. Haz lo mismo con el pan duro, de manera que queden rodajas no muy gruesas. Por el contrario, el jamón serrano ha de cortarse en tiras finas.
  2. Coge una cacerola de tamaño suficiente y añade el aceite de oliva. Ponlo a calentar a fuego medio. Incorpora los ajos para que se hagan al fuego, hasta que cojan un color dorado (con cuidado de que no se quemen, ya que podrían amargar). Una vez que estén listos, apártalos del aceite y resérvalos para más tarde.
  3. Sube el fuego de la cocina para que el aceite se ponga bien caliente, y añade las rodajas de pan para que se frían un poco y se impregnen del aceite de oliva. No debería estar el pan en el fuego más de dos minutos.
  4. Aparta a cacerola del fuego. Añade el pimentón al aceite, remuévelo bien y añade el agua o el caldo de pollo (que debe estar a temperatura ambiente). Vuelve a poner la cacerola al fuego, pero esta vez a fuego lento e incorpora los ajos, el jamón serrano y una pizca de pimienta negra para darle más sabor. Cocina durante 20 minutos.
  5. Finalizado el tiempo anteriormente mencionado, pruébalo y rectifica de sal si es necesario.
  6. Para finalizar, sube el fuego hasta que hierva la sopa. En ese momento, rompe los huevos y añádelos uno a uno para que se cuajén en la propia sopa. Déjalo unos minutos al fuego para garantizar que el huevo no queda crudo.
  7. Añade las rebanadas de pan frito sobre la superficie de la cacerola, y listo. Ya tienes este delicioso plato preparado.

¿Y por qué son las sopas un alimento tan saludable?

Especialmente con la llegada del invierno, las sopas son uno de esos alimentos que nos encantan. Un alimento caliente, fácil de digerir, y que nos ayuda a entrar en calor a la vez que disfrutamos de los mejores sabores de nuestra rica cocina. Desde el punto de vista nutricional, son muchas las razones por las que podemos aconsejarte el consumo de sopas, aunque hoy queremos centrarnos en cuatro que no debes dejar pasar por alto. ¡Vamos allá!

  1. Es un alimento sencillo de preparar: habitualmente ponemos como excusa la falta de tiempo para descuidar nuestra alimentación. Con las sopas, no tenemos excusas. Podemos preparar un plato saludable del modo más sencillo. No hace falta ser un «cocinillas» para hacer sopa de pan y ajo extremeña.
  2. Tomar sopa es muy saludable: una sopa por sí misma es una fuente de nutrientes para nuestro organismo. Da igual que usemos verduras, carnes, pescados, etc. Los beneficios del consumo habitual de sopas son enormes. Y no solo eso, sino que nos ayudan a adquirir muchos otros hábitos para una dieta sana y equilibrada.
  3. Las sopas reducen considerablemente la ingesta calórica de nuestro organismo: esto es debido principalmente a su reducida densidad energética, por su elevado contenido en agua. Dicho de otra manera, nos sacia sin aportar una cantidad de calorías excesiva.
  4. La sopa es perfecta para afrontar los fríos días de invierno: pocos alimentos hay que apetezcan tanto en invierno como una sopa. Nos ayudan a entrar en calor rápidamente, y sin necesidad de sentirnos pesados, como puede ocurrir con otros platos tradicionales como los guisos, el cocido o las alubias.

Como ves, hacer sopa de pan y ajo no podría ser más sencillo. Y además es fundamental para nuestra dieta. Si te ha gustado y quieres descubrir más recetas típicas como esta, no dejes de visitar el blog de Aceitel. Tenemos mucho que contarte.